¿Sabías que el agua es un producto que puede tener diferentes aromas, sabores y texturas? Si te interesa conocer más sobre el mundo del agua ¡Estás en el lugar indicado!
El agua está comenzando a imponerse en el sector de las bebidas. La nueva tendencia de las “aguas de lujo” ha llegado también a nuestro país y en algunas cartas de los restaurantes más “fashion” y en las tiendas de delicatessen más selectas, ya es posible elegir entre un amplio abanico de aguas procedentes de los más remotos manantiales de nuestro planeta, embotelladas además, en envases espectaculares, verdaderos objetos de diseño.
El agua está comenzando a imponerse en el sector de las bebidas. La nueva tendencia de las “aguas de lujo” ha llegado también a nuestro país y en algunas cartas de los restaurantes más “fashion” y en las tiendas de delicatessen más selectas, ya es posible elegir entre un amplio abanico de aguas procedentes de los más remotos manantiales de nuestro planeta, embotelladas además, en envases espectaculares, verdaderos objetos de diseño.
Según su pureza original y su composición o riqueza mineral, el agua se denomina: agua mineral natural, agua de manantial o aguas preparadas. Su origen puede ser de acuíferos o manantiales subterráneos que emergen naturalmente a la superficie o extraída mediante pozos artesianos, de glaciar, de iceberg, incluso “recolectada” de lluvia o de niebla.
Muchas veces, pensamos que el agua no debe saber ni oler a nada y que de ser así ¡Todo está bien! Sin embargo, estamos olvidando un sin fin de características organolépticas que nos permiten apreciar mejor este producto. El agua puede ser dura o blanda, brillante u opaca, más o menos dulce o bicarbonatada, de mineralización débil o fuerte, más fresca, más pesada o más ligera… con gas y hasta con oxígeno añadido.
Con el fin de conocer y degustar cada una de las características de este producto, se va a realizar una cata guiada con análisis visual, olfativo, gustativo y de textura:
- Análisis visual: se aprecia el brillo y transparencia, la limpidez, es decir la presencia o no de partículas en suspensión y la fluidez. Para las aguas con gas se valora la intensidad de la efervescencia.
- Análisis olfativo, en la que se puede diferenciar entre aromas agradables como la frescura y acídula (propios de aguas con gas) y aromas desagradables o defectos.
- Análisis gustativo: en la que se distinguen: dulce, salado, ácido o amargo y también si es agradable o con defectos, suave o terrosa, la sensación de sales disueltas (estructura), su intensidad, persistencia y posgusto. Para las aguas con gas se valora su grado de carbonatación.
- Textura
¿Te gustaría aprender más sobre el mundo del agua y su importancia biológica, su ciclo y sus aspectos sensoriales? De ser así ¡No lo pienses más! Inscríbete a nuestro próxima cata, donde degustaremos 5 aguas del mundo y dos aguas con gas, categoría premium, un agua con oxígeno añadido y algunas aguas de gran consumo. Inscríbete aquí